"Odio la persona en la que me he convertido. Estoy siendo igual que mi hermano, un gilipollas integral que no sabe tratar a nadie. La diferencia, es que él lo hace por diversión, y yo lo hago por protección. Yo antes no era así. Me enamoré de una chica y fui bastante detallista con ella. Pero me destrozó. Que sí, que soy joven, pero, ¿qué más me da? El dolor sigue allí, y nunca se esfuma. Es tan doloroso que aún tiempo después sigo sufriendo por ella, cuando seguramente ella escuchará mi nombre y ni se acordará de mí. Cada minuto que pasa, es un 0'01% de mí que se esfuma. Me estoy convirtiendo en un gilipollas y cada vez tengo menos en cuenta los sentimientos de los demás. No sólo eso, pienso que soy un inútil, incapaz de hacer algo en la vida por pura vaguencia. Pero no, no sólo es vagancia, es no tener ganas. No tener ganas de nada. Me preocupo bastante por mi futuro. Me estoy dando cuenta de que mis amigos poco a poco me apartan. O seré yo que me apartaré inconscientemente. Mi madre ya me pregunta todos los días si me pasa algo. Será que cada vez me cuesta más sonreír. Últimamente bebo más de la cuenta. He llegado al punto de las drogas. ¿Qué está pasando conmigo? Me estoy pasando demasiado, y no quiero seguir así, pero es que no puedo pasar página, no puedo. Me cabrea cuando alguien me dice que pase página ya, que soy demasiado joven. Por eso paso ya de contar nada mío. Más que nada porque no noto ningún apoyo. Entonces, ¿de qué me sirve contar nada si al final nadie consigue ayudarme? Me encierro más a mí mismo, y llegará un punto que nadie se dé cuenta de que ya estoy perdido.
Pero, ¿sabéis qué? Que simplemente sonrío, y todos creen mi falsa sonrisa."