domingo, 28 de diciembre de 2014

"Esto del amor es demasiado nuevo para mí."

¿Por qué? ¿Por qué dicen que el odio provoca daños? Todos sabemos no es el odio que nos hace daño, no. Es el amor. Decidme, ¿quién no ha sufrido en proceso del amor? ¿Aunque sea por una tontería? ¿Quién no ha pasado un mal día porque la persona que te gustaba no te ha hablado? ¿Quién no ha tenido una discusión por una tontería que ni merecía la pena? ¿Quién no ha sufrido el abandono de esa persona? ¿Quién no ha pasado una noche llorando por esa persona? ¿Quién no lo ha dado todo, y ni siquiera era suficiente? No, no me creo que haya alguien que no haya sufrido por el amor. Aunque el amor fuera correspondido, sufrimos igual.

Yo con el odio no he sufrido, de momento. ¿Quién sabe que quizá en un futuro alguien me quiera joder porque me odia? Es cierto que el odio a veces nos jode, pero no nos derrumba si sabemos manejar la situación. Al menos, yo sabría cómo actuar. Pero esto del amor es demasiado nuevo para mí que da lo mismo que lo conozca desde hace tiempo, siempre es nuevo para mí. Yo no nací para ser achuchable, ni para dar abrazos amorosos todo el tiempo, ni para ser empalagosa con alguien, ni para estar todo el tiempo dando besos, ni para dar la mano a alguien, ni para pasar noches abrazadas a una persona.
No, yo no nací para estos sentimientos. No sé llevarlos. No sé cómo reaccionar ante situaciones amorosas. Es más, soy tan imbécil, que acabo por estropearlo todo, y simplemente porque no sé manejarlo. Puede que me lleve bien con todos, puede que eche risas con todos, pero jamás me veréis tan cariñosa con alguien. O sí. O no. Ni lo sé yo. Solamente sé que no puedo tener nada con nadie. No confío en nadie lo bastante como para tener una relación. Ni con la persona en la que actualmente sigo enamorada. No puedo estar con nadie. Nací siendo fría, moriré siendo fría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario